Mira que me repatea admitirlo. Y mira que el motivo me parece más triste que otra cosa. Pero hay que admitirlo: nuestra empresa tiene que estar en las redes sociales.
He llegado a esa conclusión basándome en un estudio que está rulando desde hace unos días por la web y que, como la mayoría de ellos, me lo he encontrado tyniurleado y bitlyado en 1 de cada 10 tweets: Un tal Christopher Möller ha publicado un artículo en el periódico alemán Der Tagesspiegel en el que defiende que varias empresas de los USA no reclutan a gente que no tenga perfil en Facebook.
El motivo lo podréis leer vosotros mismos en ese artículo o en otros blogs en los que ahondan más en la traducción e interpretación de ese artículo, pero básicamente se resumiría en desconfianza. Si no te muestras al mundo como el resto de borreguillos, por algo será.
Y ahí es donde me he dicho: “Ya está!! La hemos cagao…”
Siguiendo el mismo patrón de actuación, llegaremos al punto (estoy convencido que no hemos llegado aún) en el que toda marca que no esté presente en las redes sociales creará un cierto resquemor y generará desconfianza sobre los productos o servicios que ofrece.
Porque aunque la mayoría tiremos a lerdos, llega un momento en el que todo ser humano es capaz de hacer chocar dos neuronillas con las que hacer salir unos chispazos que le darán el fuego que ilumine su lumbrera durante un breve periodo de tiempo.
Y si eso momento sucede cuando está intentando buscar una empresa en Facebook y no la encuentra, surgirá la pregunta mágica: “Y por qué?” A lo que con la habitual suficiencia humana, el individuo se contestará a si mismo: “Por algo será…”.
Y ya está. A nosotros nos basta con eso. “Por algo será…”. “Cuando el río suena…”
Es decir, señores lectores, que al final, aunque no sea por los motivos que siempre nos han esgrimido aquellos adoctrinadores que nos decían dónde teníamos que centrar nuestras inversiones de tiempo y dinero, tenemos que reconocer que las redes sociales han calado todo lo hondo que podían calar, y ahora ya sí: todas las empresas tienen que estar en alguna red social. Porque de lo contrario, generaremos desconfianza.
Por tanto, y tras mucho contradecir a todos los que nos lo decían, voy a claudicar y reconocerlo.
Pero eso sí: tened claro el motivo por el que estáis, y no sigáis los consejos de aquellos que os dicen que tenéis que estar en todas, ni a aquellos que os intentarán dictar la estrategia en redes sociales de vuestra tienda de ultramarinos o de vuestra Tasca Pepe haciendo un copy-paste de lo que han leído que ha hecho Starbucks, Coca Cola o McDonald’s.
Sed coherentes, y dad a vuestros clientes lo mismo en las redes sociales que cuando os los encontráis off-line.
Realmente, eso es lo que esperan de vosotros.